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Mi nombre es Javier, y llevo años cultivando fruta ecológica en tierras que respeto y cuido como parte de mí. Esta tienda no es una empresa cualquiera: es el resultado de trabajo honesto, manos en la tierra y muchas horas bajo el sol.
Nació de una idea simple: que tú puedas comer fruta de verdad sin tener que pasar por supermercados llenos de productos sin alma. Quería romper barreras entre quien cultiva y quien disfruta. Aquí no hay intermediarios, solo yo, mi huerto y tú.
Recolecto solo fruta de temporada, cuando está en su punto justo. No fuerzo los ritmos de la naturaleza ni uso productos químicos. Cada caja que envío ha sido preparada con el mismo cuidado que si fuese para mi familia.
Recojo cada fruta a mano y solo cuando está lista. Después, la limpio, la reviso y la empaco con el mínimo de materiales, todos reciclables. No hay cámaras frigoríficas, ni almacenes intermedios. Lo que pides, sale directamente del campo y llega fresco a casa.
Apoyar Mangourmet es apostar por una agricultura local, sin explotación, ni abusos. No hay vuelos internacionales ni cadenas interminables: solo tierra, sol, agua y ganas. Cada compra que haces aquí impulsa un modelo más justo para ti, para mí y para el medio ambiente.
